INTRODUCCIÓN

La infertilidad es una condición que afecta a una de cada seis parejas durante el curso de su etapa reproductiva y su prevalencia ha experimentado un incremento progresivo. Este hecho a dado lugar a un aumento del uso de técnicas de reproducción asistida (TRA). A pesar de que la edad de la mujer es el factor más determinante del éxito de las TRA, existen otros factores, que conocemos como “hábitos de vida” entre los que destacan la alimentación, el grado de actividad física, el estrés y el consumo de sustancias tóxicas como el tabaco, el alcohol, la cafeína o las drogas, que pueden influir en la probabilidad de gestación. 

El objetivo de esta tesis es estudiar la relación entre los diferentes hábitos de vida (tabaquismo, alcohol, ejercicio físico, estrés y dieta) en parejas que realizan un ciclo de FIV/ICSI y la tasa de recién nacido vivo.

MATERIALES Y MÉTODOS

Se trata de un estudio epidemiológico, observacional, prospectivo, multicéntrico y de ámbito estatal (No-EPA). Los centros participantes en el estudio fueron el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, la Clínica Sagrada Familia, el Instituto Universitario Dexeus y el Instituto Valenciano de Infertilidad de Madrid (IVI) durante el período comprendido entre 2013 y 2015.Se incluyeron un total de 396 sujetos (252 mujeres y 144 hombres). La variable principal fue la tasa de recién nacido vivo y las variables secundarias fueron las relativas a los resultados intermedios del ciclo de TRA (número de ovocitos totales y maduros, tasa de fecundación, tasa de embarazo clínico, tasa de aborto) y los parámetros seminales.

Para la evaluación de la dieta, se analizaron los resultados del ciclo de FIV/ICSI en función de la ingesta de cada uno de los macro y micronutrientes. Posteriormente, se analizó si la ingesta de los diferentes nutrientes era adecuada o no según las recomendaciones establecidas por la EFSA (European Food and Safety Authority) para población general y su influencia en los resultados de la FIV/ICSI.

RESULTADOS

El número de ovocitos totales y maduros fue significativamente superior en las mujeres no fumadoras cuando se comparó con fumadoras activas o exfumadoras sin diferencias entre estos dos últimos grupos (12.2±6 versus 9.6±7 y 8.9±4 p=0.002, y 9.4±5 versus 7.1± 6 y 7.1±4 p=0.004, respectivamente). En relación a la dosis de tabaco acumulada se apreció una correlación negativa entre la dosis total y el número de ovocitos totales y maduros (r=-0.195 y -0.272, p<0.05, respectivamente). Sin embargo, el tabaquismo tanto en hombres como mujeres no afectó a la probabilidad de recién nacido vivo.

Se apreció una correlación positiva entre el número de ovocitos totales recuperados y el de ovocitos maduros y la actividad física total (r=0.247 y r=0.215, p<0.05, respectivamente). Asimismo, en las mujeres que tuvieron un recién nacido vivo se objetivó una actividad física total superior (659±546 vs 499±328 minutos de actividad física total/semana, p=0.022). 

Un mayor número de mujeres que practicaban ciclismo y baile (58.1 vs 28.3%, p=0.002 y 53.8 vs 30.8%, p=0.028, respectivamente) y un mayor número de hombres que practicaban natación tuvieron un recién nacido vivo (51.7 vs 29.9%, p=0.041).

Se apreció una correlación negativa entre el grado de estrés y el número de ovocitos totales recuperados (r=-0.103, p=0.045), el número de embriones transferidos (r=-0.121, p=0.021) y en hombres, con el porcentaje de espermatozoides con movilidad grado 1 (r = -0,125, p = 0.018). 

No se apreció una correlación negativa entre el grado de estrés, el consumo de alcohol ni de café con la tasa de recién nacido vivo, tanto para hombres como mujeres.

El IMC de las mujeres que obtuvieron un recién nacido vivo fue significativamente inferior (23.1±3 versus 24.7±3 kg/m2, p=0.014). que el de las mujeres que no tuvieron un hijo. 

En el análisis de la dieta según criterios de la EFSA, se observó que ninguna de las pacientes con una ingesta inadecuada de vitamina B12 tuvo un hijo (p=0.029).

CONCLUSIONES

El tabaquismo en mujeres influye negativamente en los resultados intermedios de las TRA, pero no se ha observado un impacto negativo de este sobre la fertilidad masculina ni en la tasa de recién nacido vivo. La actividad física, tanto en mujeres como hombres, tiene un impacto positivo sobre la probabilidad de recién nacido vivo. 

El estrés ejerce un efecto negativo sobre el número de ovocitos totales recuperados, el número de embriones obtenidos y la movilidad espermática; sin embargo, no se ha observado que el estrés impacte en la tasa de gestación ni de nacido vivo. Ni el consumo de café ni el de alcohol tanto en hombres como mujeres parecen ejercer un efecto deletéreo en los resultados de FIV/ICSI. El IMC de la mujer influye en la probabilidad de recién nacido vivo. Por el contrario, el IMC masculino no parece impactar en la probabilidad de recién nacido vivo. Un consumo adecuado tanto en hombres como en mujeres de ácido fólico, vitamina D, carbohidratos, azúcares, grasas, proteínas, vitaminas y minerales se relaciona en general con mejores resultados intermedios en los ciclos de FIV/ICSI, pero no parece impactar la probabilidad de gestación clínica ni de recién nacido vivo, excepto la ingesta de vitamina B12 en mujeres.